Descripción del producto:

La figura del deshollinador es símbolo de buena suerte en Austria, desde su origen en la edad media cuando empezó a haber estufas y chimeneas en los antiguos edificios de madera, ya que la única manera de prevenir un incendio era un mantenimiento adecuado de las mismas. Desde entonces se pensó que estos trabajadores protegían los hogares y alejaban el peligro de ellos. Todavía en la actualidad se suelen regalar en fin de año figuras de deshollinadores para desear la buena suerte en el nuevo año.